jueves, junio 29, 2006

El por que de los superheroes

Conversando con Absence, salió en la conversación la relación entre los superhéroes y las drogas. Hay gente que si oye conversaciones de este tipo se construye un perfil de persona parecido al de los aficionados al futbol, comentando los caracteres de sus estampitas. Esa gente no entiende que lo que manejamos son símbolos, metáforas que nos permiten entender el momento en el que vivimos. Actos reflejos de la propia sociedad Borderline (como dice A.), hiperconsumista y desesperada en la que vivimos.

La conversación derivó a un lucidísimo párrafo de Tom Wolfe que Absence ha colgado en su blog y que deben leer antes de continuar. Les espero.

Léanlo aquí

Con la conversación terminada y la visita al ponche lisérgico cubierta, me quedé pensando en si, como habíamos acordado, los superhéroes son el horizonte de las drogas, el modelo según que persona con la percepción abierta (o rota) quiere alcanzar, o donde se ve reflejado.

Wolfe, en el párrafo, se centra particularmente en la tecnología, pero las claves que muestra valen para ambos casos. Porque lo que importa no es la tecnología sino sus efectos. Lo que importa no es crear un coche de 200 caballos sino estar dentro.

Todos los superhéroes trabajan sobre la máscara de la tecnología. Supermán viene de un lugar más civilizado. Batman flota con sus aparatos. Todos los personajes marvel son atómicos, o mutantes, o electricos, o industriales, o de laboratorio. Si hay una rama mística es por oposición a la ciencia. Maldita sea, el punto debil de superman (fuera de los souvenirs de su pueblo) es la magia . No es casual.

(Incluso a través del cine han heredado esa condición gracias a una curiosa casualidad: las imágenes creadas por ordenador. La tecnología nos permite que haya Superhéroes en el cine. Es un bucle cuanto menos llamativo)

Lo importante es notar los superhéroes son la primera raza de ficción construida a partir de las sensaciones extremas. De las sensaciones simples: no del amor, o del odio, o de estructuras civilizadas, sino de la luz, de la velocidad, de la fuerza.... desproporcionadas. Comparen a Ulises con Flash: la novela clásica habla del viaje, los superhéroes hablan del subidón. Un subidón que puede ser químico o físico: el coche de miles de caballos que acertadamente pone Wolfe es una droga que se lleva muchos más muertos que las sobredosis.

Así que lo nuevo, el subidón, ese estado expandido de la percepción que tenemos cuando estamos en mitad de un accidente -qué rápido pensamos en ese segundo- o estamos colocados, es la esencia del superhéroe.

Los progres de antes y los cejijuntos de hoy mantienen que los superhéroes se cimentan sobre el fascismo y los puñetazos. No se enteran de nada.

El fundamento de los superheroes

Otros ganarán la carrera, pero el de rojo es el que irá más rápido

Conversando con Absence, salió como tema la relación entre los superhéroes y las drogas. Hay gente que si oye conversaciones de este tipo se construye un perfil de persona parecido al de los aficionados al futbol, comentando los perfiles de los personajes de sus estampitas. Esa gente no entiende que lo que manejamos son símbolos, metáforas que nos permiten entender el momento en el que vivimos. Actos reflejos de la propia sociedad Borderline (como dice A.), hiperconsumista y desesperada en la que vivimos.

La conversación derivó a un lucidísimo párrafo de Tom Wolfe que Absence ha colgado en su blog y que deben leer antes de continuar. Les espero.

Léanlo aquí

Con la conversación terminada y la visita al ponche lisérgico cubierta, me quedé pensando en si, como habíamos acordado, los superhéroes son el horizonte de las drogas, el modelo que persona con la percepción abierta (o rota) quiere alcanzar, o donde se ve reflejado. El párrafo de Wolfe se puede (y debe) aplicar a las drogas, pero va más allá, porque el modelo va más allá.

Wolfe, en el párrafo, se centra particularmente en la tecnología, pero las claves que muestra valen para ambos casos. Porque lo que importa no es la tecnología sino sus efectos. Lo que importa no es crear un coche de 200 caballos sino estar dentro.

Todos los superhéroes trabajan sobre la máscara de la tecnología. Supermán viene de un lugar más civilizado. Batman flota con sus aparatos. Todos los personajes marvel son atómicos, o mutantes, o electricos, o industriales, o de laboratorio. Si hay una rama mística es por oposición a la ciencia. Maldita sea, el punto debil de superman (fuera de los souvenirs de su pueblo) es la magia . No es casual.

(Incluso a través del cine han heredado esa condición gracias a una curiosa casualidad: las imágenes creadas por ordenador. La tecnología nos permite que haya Superhéroes en el cine. Es un bucle cuanto menos llamativo)

Lo importante es notar los superhéroes son la primera raza de ficción construida a partir de las sensaciones extremas. De las sensaciones simples: no del amor, o del odio, o de estructuras civilizadas, sino de la luz, de la velocidad, de la fuerza.... desproporcionadas. Comparen a Ulises con Flash: la novela clásica habla del viaje, los superhéroes hablan del subidón. Un subidón que puede ser químico o físico: el coche de miles de caballos que acertadamente pone Wolfe es una droga que se lleva muchos más muertos que las sobredosis.

Así que lo nuevo, el subidón, ese estado expandido de la percepción que tenemos cuando estamos en mitad de un accidente -qué rápido pensamos en ese segundo- o cuando estamos drogados, o cuando estamos en alerta, es el fundamento del superhéroe, como símbolo. Y una sociedad Borderline hiperconsumista que se vende a sí misma como "muy rápida" se refleja necesariamente en los superhéroes, y la gente esnifa y pisa el acelerador para mantener el ritmo, continuar otro número más, vivir al límite y dejar un bonito cadaver cuando te cancelen la serie. Los superhéroes ha predicho lo que somos.

Los progres de antes y los cejijuntos de hoy mantienen que los superhéroes se cimentan sobre el fascismo y los puñetazos. No se enteran de nada.

martes, junio 27, 2006

Retro Olimpiada

Estos dos anuncios de Akbank (Turquia) y de TalkTalk (Inglaterra) guardan, contra todo pronóstico, el espíritu de las inauguraciones olímpicas de Moscú 1980 y Los Ángeles 1984.








visto en neatorama

martes, junio 06, 2006

A Arús le vuelven al ataque: retorno a “Arús con leche”

Arús, insistiendo en parecerse a Julio Iglesias. El resultado (o falta de) es visible.

El programa de televisión Buenafuente saca a la calle una revista de humor. No se había visto una cosa así desde que Alfonso Arús sacó a la calle la revista “Al Ataque” (“la revista semanal más chachipilongui”), basado en el programa de humor que dirigía (casualmente, en el mismo canal, antena 3). En parte cierra el círculo que el propio Buenafuente aparecía en Al Ataque, principalmente caracterizado como la portavoz del gobierno Rosa Conde, y también colaboradores actuales como Fermín Fernández. La revista Buenafuente resucita el espíritu impreso de Al ataque, y la actual asimilación del friquismo en los grandes medios lleva directamente al seminal programa de radio “Arús con Leche”. Sé que sorprenderá a los que por estas fechas enciendan la televisión y vean a Arús en TAG, en la 1, o en Barcelona en el canal City. En aquella época Arús hacía cosas que no hacía nadie. Y no ha sido olvidado.

Volver a visitar “Arús con Leche” es complicado porque la mayor parte de sus innovaciones a fecha de hoy están presentes en cualquier programa de máxima audiencia. Pero en la época, Arús con Leche era “lo friki”, y ellos se consideraban frikis. El equipo formado por Arús, Sergio Más, Javier Martín y Jorge Salvador era espectacular, y su rendimiento en antena era soberbio. En lineas generales, Arús con leche fue de los primeros (a él le gusta decir que el primero) en tomar las estrellas del corazón y a las estrellas del fútbol y convertirlos en personajes secundarios. Quitarles la aureola de estrellas y convertirlos en personajes entre cómicos y patéticos. Lo que es actualmente el programa estándar de televisión, vaya. Además fue el primero en dar cancha a los elementos paranormales: videntes, engañabobos, personas obsesionadas con imitar series de televisión y demás rarezas en el límite entre el delito y la patología siquiátrica. Sus propuestas tomaron pleno cuerpo cuando Javier Cárdenas, cuñado del propio Arús, recalentó todo ese material para su emisión en el programa de éxito Crónicas Marcianas, en el que el iluminado Carlos Jesús hablaba en cintas grabadas una década (!) antes. Pero la mayor herencia de Arús en ese programa fue sin duda la figura del técnico de sonido Jorge Salvador, que durante un lustro, a base de poner tal música o tal otra después de casa intervención de los presentadores y lo invitados, era el hombre que daba o quitaba razones en España. Da igual que lo que se dijera fuera una mentira o un truco barato de demagogia: la música de Salvador lo santificaba y el televidente medio, muy influenciable con los trucos que no conoce, picaba una y otra vez.

Crónicas Marcianas fue eliminada por Buenafuente, que es como decir que Arús con leche ha sustituido a Arús con leche, en distintas herencias, pero con encarnaciones que guardan fuertes similitudes –de raíz- con el original. Recuerdo que a Buenafuente le pusieron, hace algunos meses, en su programa, una persona al teléfono, en directo, que le decía “Arús, Arús, eres un puto genio, Arús”. Buenafuente dijo que el que estaba al teléfono era ”un gilipollas”. En realidad era Faemino, del dúo Faemino y cansado, y sabía exactamente lo que decía. No era ninguna gilipollez. Y todo pinta a que vamos a seguir así. Bravo por el vidente.

Buenafuente, en sus tiempos de secundario

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